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domingo, 22 de abril de 2012

Reflexiones sobre pedagogía de la enunciación y de la participación


 

     En el artículo “Convergencia, medios y educación” (lectura complementaria de la primera entrega) el autor compara el modelo educativo tradicional donde uno habla y todos escuchan (pedagogía de la enunciación) con otro en que los alumnos también son productores, por ejemplo a través de blogs, wikis, redes sociales, etc. (pedagogía de la participación).
     Las diferencias principales entre ambos modelos son:
1)      Habla el maestro vs. el relato se construye entre los alumnos
2)      El alumno pasivo repite vs. el alumno activo reinventa y produce
3)      El conocimiento se transfiere vs. el conocimiento se construye colectivamente.

     Nosotros fuimos educados y damos clase con el primer modelo, aunque también aspiramos al segundo, y supuesto, la web es de gran ayuda para eso.
     Pero no es fácil. Sin necesidad de acudir a la web, opino que en el aula tradicional hay situaciones equivalentes al segundo modelo, y es cuando hacemos que los alumnos trabajen en grupo: si bien el docente asiste, los alumnos son activos y los resultados dependen de su participación, lo que responde al segundo modelo. 
     Los docentes que dedican parte de la clase a que los alumnos realicen actividades en grupo, habrán notado que entre los alumnos surgen enfoques, respuestas, planteos y temas inesperados, que a veces se van un poco del tema pero corresponde abordarlos ya que son interesantes, pero en consecuencia, el docente no puede dar todo el “contenido previsto” con tanto detalle como hubiera querido.
Por eso hay docentes que no simpatizan con el trabajo en grupo y prefieren exponer durante toda la clase; y no digo que eso esté mal: el motivo es que hay que dictar un contenido preestablecido (que se va a tomar en el examen) y el docente quiere asegurarse de darlo lo más exhaustivamente posible.
     El alumno también siente algo similar: está acostumbrado a que debe registrar exactamente lo que dice el profesor porque eso se le preguntará, y si surge otro tema de debate, si bien puede ser interesante, a los fines prácticos no es relevante porque “no se lo van a preguntar”. Conversando con colegas, a más de uno le pasó alguna vez, que un alumno, sabiendo que después del intervalo se harán ejercicios en grupo, se acerca a preguntar: “Profesor ¿en la segunda hora va a dar clase?” (como si hacer actividades grupales fuera “no hacer nada”).
     
     En lo personal, considero que ambas modalidades (expositiva y participativa) son necesarias y no excluyentes; pero que en el aula tradicional no estamos bien preparados para manejarnos con la segunda (en gran parte porque así fuimos educados), y que la web nos brinda la oportunidad de hacerlo.

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